lunes, 8 de agosto de 2011

Unidad 2. El empleo y el mercado de trabajo del licenciado en nutrición. Identidad profesional.

Este es un artículo muy interesante de María del Carmen Díaz Mejía y Luis Rodolfo Ibarra Rivas, para todos los estudiantes y profesionistas de la Nutrición, es una adecuada referencia sobre la situación actual de la carrera.

ACADÉMICOS DE LA LICENCIATURA EN NUTRICIÓN;
VALORACIÓN QUE EXPRESARON SOBRE LA NUTRIOLOGÍA,
SUS TEORÍAS, CONCEPTOS Y PRÁCTICAS


MARÍA DEL CARMEN DÍAZ MEJÍA, LUIS RODOLFO IBARRA RIVAS

El problema

Esta investigación surgió al plantear preguntas sobre mi profesión: nutrióloga, mi oficio:
docente en la licenciatura en nutrición de la Universidad Autónoma de Querétaro. Las
interrogantes fueron amplias: el objeto de estudio de la nutriología, su multidisciplinariedad;
fronteras con otras ciencias; práctica profesional.

La nutriología se reconoce como cuerpo de conocimientos multidisciplinario
(AMMFEN, 2003a); los programas educativos (PE), incluyen conocimientos de las ciencias
naturales (químicas, biológicas, médicas) y sociales (psicología, economía, administración,
socio-antropología). Se ‘espera’ que los estudiantes integren conocimientos y prácticas de
distintos campos, para abordar la problemática alimentario- nutricional. No obstante, se
observa en los (PE) del país una tendencia, biologicista, poco énfasis en ciencias sociales
(AMMFEN, 2003b; Coronel, 2003; Crocker, 2005).

Con base en la multidisciplinariedad, los profesores de las escuelas de nutrición, son
nutriólogos, médicos y químicos en proporciones variables, algunos psicólogos, escasamente
otros profesionales de las ciencias sociales. Querétaro no es excepción. Los profesores de
nutrición somos un grupo de 26 personas; 20 mujeres y 6 hombres; nutriólogas, químicos,
médicos, psicólogas, biólogos y veterinarios con distintos grados académicos, diversas
especialidades, diferente contratación.

Supusimos que cada grupo de profesionistas, trasmite a los estudiantes perspectivas
distintas y aplicaciones diferentes de los conocimientos acumulados por la nutriología;
dificulta la integración de conocimientos y reproduce el modelo biologicista.

Exponemos resultados, relativos a la valoración que hacen nuestros académicos, sobre
la nutriología y los conocimientos y prácticas que deben transmitirse a los estudiantes; son
parte de una investigación previa, que inició con dos preguntas: ¿cómo formamos a los
nutriólogos? ¿quienes los formamos?

El objeto de estudio

Indagamos formas de ser y valorar de los académicos, para identificar la tendencia dominante
del PE y elementos que favorecen o dificultan la integración de conocimientos, en la
licenciatura en nutrición.

La hipótesis fue: los docentes de la licenciatura en nutrición, con formación
profesional diversa, encarnan múltiples formas de ser y valorar; disputan la representación
legítima de sus saberes en la construcción del programa educativo y pueden dificultar la
integración de los conocimientos o posibilitar tendencias dominantes.

Obtuvimos referentes, al realizar 15 entrevistas no estructuradas, entre los docentes
representativos: diferentes profesiones, grados académicos, relación laboral y antigüedad en
la UAQ.

Para comprender y analizar las disposiciones duraderas de ser y valorar, de los
profesores, agentes sociales que transmiten a los estudiantes alguna forma de ser nutriólogo,
utilizamos, de la teoría de Bourdieu (1990) las categorías habitus, campo e illusio; su ventaja  es que permite la comprensión de las fuerzas que dan movimiento a la vida escolar,  posibilitando el análisis entre estructuras no entre personas.

Para dar cuenta de la realidad, realizamos observación y descripción, explicación e  interpretación. Para presentar los resultados, recurrimos a los tipos ideales de Weber (1983).
Inicialmente teniendo como referente empírico, las distintas profesiones de los compañeros  docentes, se pretendió caracterizarlos con base en sus profesiones: médicos, químicos  nutriólogos. Los hallazgos del estudio de campo y el cuerpo teórico de Bourdieu, nos  permitieron articular habitus, con el campo de juego o lucha, en donde los éstos cobran  sentido.

Resultados

La diversidad profesional de los docentes y su tipo de contratación, ayudan a comprender, los
hallazgos sobre la composición de los campos de juego y los bienes simbólicos perseguidos;
difícil analizarlas separadamente, en la escuela de nutrición, la mitad de sus maestros son
químicos y médicos (36 y 14% respectivamente), se caracterizan por tener los mayores grados académicos y la mayor estabilidad laboral; 75 % son profesores de tiempo completo;
interesados predominantemente en la investigación.

Las nutriólogas -todas mujeres- somos un tercio de la planta docente y sólo 25% PTC,
la mitad posgraduadas, la mayoría profesoras de asignatura, todas interesadas en la docencia,
algunas en investigación y otras en gestión y extensión.

De las entrevistas, pudimos abstraer dos categorías, encontramos dos tendencias
bastante marcadas; elegimos un adjetivo que diera una idea aproximada de tales categorías:
profesores precisos y holísticos . Los tipos ideales, son un recurso metodológico, un modelo,  no esquemas rígidos sí tendencias; ningún profesor es completamente preciso o totalmente
holístico.

Habitus y bienes simbólicos
Profesores precisos. Se adscriben al paradigma neopositivista; su propósito es la prescripción, su interés la solución de problemas; cobran sentido y les son indispensables objetividad, experimentación, comprobación, exactitud en los resultados; explican cómo operan procesos metabólicos para relacionarlos causalmente con mala o buena nutrición. Establecen claros límites de acción, la ciencia es verificación experimental, datos tangibles, materiales y manipulables que permitan predecir con el mayor grado de certeza o con alta probabilidad un hecho: la nutrición. La nutriología es bioquímica y fisiología de nutrimentos.

Profesores holísticos. Se preocupan más de la alimentación y de aprehenderla como totalidad  . El alimento, producción, distribución, conservación, preparación y consumo . El hombre o la
colectividad que se alimenta: disponibilidad y acceso, pobreza, marginalidad, ruralidad,
medio urbano; individuos sanos y enfermos, niños, jóvenes, viejos. La nutriología, es
nutrición como proceso bioquímico-fisiológico, pero también alimentación como fenómeno
sociocultural, en suma abarcativa

Los docentes holísticos son una perspectiva en formación, sin la nitidez de los habitus
precisos; caracterizarlos es un tanto aventurado; sin embargo, los bienes simbólicos en juego
que persiguen unos y otros son distintos. Mientras los precisos invierten energía casi sólo en
investigación y docencia en ese orden; los holísticos la dispersan en docencia, extensión,
gestión e investigación.

Valoración de la nutriología, sus conocimientos y prácticas

Es lugar común, aceptar que los académicos que colaboran en la formación de estudiantes
universitarios, tengan cierta similitud en la valoración de la profesión que enseñan; no obstante
diferencias en las disciplinas de su especialidad.

Encontramos, distintas y divergentes perspectivas, derivadas de illusio, inversión de
energía en el campo escolar y habitus que orientan la acción de los profesores, en tanto
ejecutores del currículo, que inciden, posiblemente, desde planeación curricular, hasta la
integración de conocimientos en las aulas. Veamos algunas de estas divergencias

Fin de la formación profesional, o porqué enseñar
Todos los profesores, estuvieron de acuerdo en que el fin de la formación del licenciado en
nutrición es la salud. Aunque salud, puede interpretarse como: ausencia de enfermedad;
estado de bienestar bio-psico-social. Incluso un compañero dijo: ‘nutrición para la salud, para
alcanzar el bienestar físico, psicológico, espiritual pero eso es una utopía’. Nutrición para la
salud, enfatizamos para, porque, que se piensa en la nutrición como herramienta, un medio
entre otros, para obtenerla.

A pesar de las diferentes perspectivas de salud, en todos los casos, hubo un anhelo por
tener un enfoque preventivo más que curativo de la salud, coincidiendo en que entre las  funciones sociales principales de los nutriólogos está prevenir la enfermedad. La mayoría  argumentó, que la curación de enfermedades es muy costosa para un país pobre como México; la preservación de la salud parece tener como finalidad principal el ahorro de dinero al erario  publico. En el discurso, no se aprecia la salud, como un bien valioso en sí mismo, que  posibilita el desarrollo cultural (ciencia, técnica, arte), económico y social de país.


Los fines de la educación, se limitan a fines profesionales; hay un vacío por lo que se  refiere a la formación del ser como alguien útil a su sociedad, en tanto no sea para cubrir un  puesto en el campo laboral. Docentes preocupados por tener buenos profesionistas, de calidad, competitivos, preparados para el mundo global, no encontramos indicios de pensar en la  formación de buenos y cultos ciudadanos.

Los medios, o qué enseñar

Los medios de la formación profesional: herramientas teórico-metodológicas; conocimientos y prácticas que a juzgar por los docentes de la escuela de nutrición, son  necesarios proveer a los estudiantes. Aclaramos, que escapó a los objetivos de esta  investigación cómo enseñar, no estudiamos práctica docente.

Para evitar una dispersión de las respuestas sobre qué enseñar, utilizamos la categoría
‘núcleo profesional o disciplinar’, que alude a encontrar un grupo reducido de realizaciones  ejemplares, reconocido y acogido por la comunidad profesional y que se consideran  indispensables para la formación de un colega en una disciplina o profesión. Supone,  reconocer y jerarquizar los conocimientos y prácticas considerados ‘paradigmáticos’ o típicos
y destacar las categorías con las que una comunidad profesional aprehende su campo
(Mockus, 1990). Este ejercicio, requiere la participación de expertos en la disciplina o  profesión, en este caso, los maestros de la escuela de nutrición.

Se explicó a los colegas, la noción núcleo profesional y se solicitó que abstrajeran lo  más importante, para la formación de los nutriólogos.

Precisos. Lo que realmente importa, es la utilización de nutrimentos y su efecto en la salud.
Esta postura define al nutriólogo, como capaz de manejar a profundidad conocimientos de  química, bioquímica y fisiología humanas.

Holísticos. Es importante que sepa, de alimentación y nutrición. Esta tendencia supone  algunos problemas, sobre qué se debe conocer de alimentación; en cuanto a nutrición, hay  acuerdo, procesos metabólicos y fisiológicos.

Después de estas aproximaciones, todos los compañeros estuvieron de acuerdo que  evaluar el estado nutricio, es el núcleo profesional; porque es saber y saber hacer, es práctica  esencial, otorga singularidad al quehacer profesional del nutriólogo. Sin embargo, los habitus
de los profesores, evidenciaron desacuerdo sobre los indicadores para evaluar el estado  nutricio.

Precisos. El estado nutricio, se mide: indicadores bioquímicos, análisis sanguíneos  exactos, objetivos. Se complementa con antropometría: mínimo estatura y peso. Conceden  poca importancia a la investigación alimentaria, son técnicas ‘poco exactas’.

Holísticos. El estado nutricio se valora: análisis conjunto de indicadores  antropométricos, bioquímicos, clínicos y alimentarios; tienden a no jerarquizarlos, sí a  conceder valor distinto, insisten en que son necesarios todos, para valorar de manera  integral.

Prácticas profesionales del nutriólogo

La primera respuesta, la espontánea de casi todos los docentes fue: se identifica al nutriólogo,
por hacer dietas, auque ambos grupos rectificaron:

Precisos: las prácticas distintivas, son: tomar estatura, peso y muestras de sangre;
algunos mencionaron hacer dietas, ‘pero siempre con fundamento científico’.

Holísticos: prácticas diversas: antropometría, orientación alimentaria, planes de
alimentación, evaluación menús, educación alimentario-nutricional, investigación de hábitos
alimentarios, evaluación de riesgo nutricio.

A la inespecificidad y divergencia de las prácticas profesionales, se añaden límites
poco claros con otras profesiones, porque evaluar el estado nutricio por antropometría
(estatura y peso) o indicadores bioquímicos es y ha sido práctica médica. Diseñar regímenes
alimentarios, es práctica compartida con las dietistas aunque ‘una sea más científica y otra
más técnica’.

Tendencias de nuestro plan de estudios

Al indagar sobre la perspectiva dominante en nuestro plan de estudios, las respuestas
tendieron a ser evasivas; lo negaron o dijeron que ‘no hay dominio sino preferencias de los
profesores’. Al insistir, en posibles diferencias entre currículo formal y vivido (Marín, 1986)
sólo los holísticos expresaron que hay una fuerte orientación a ciencia básica: bioquímica y
fisiología de la nutrición, que dijeron es resultado de una ‘contingencia docente’: la formación
de posgrado de los PTC, se objetiva en productos de investigación bioquímicos: estudios de
micronutrimentos y procesos celulares oxidativos, o proyectos clínico-epidemiológicos
ligados a enfermedades crónico degenerativas. Mostraron cierto desagrado, consideran que la
nutrición no se agota en este tipo de proyectos, reconocieron que otras alternativas de
investigación emergen débilmente.

Los habitus de los académicos, los bienes simbólicos que persiguen, y las reglas del
campo de juego, posibilitan enfoques divergentes de la profesión y la disciplina; orientan el
plan de estudios hacia las ciencias químicas, y dificulta la construcción de la identidad
profesional de nuestros estudiantes (Díaz-Mejía, 2005).

El problema a analizar y resolver es que todos ‘colaboramos’ en la formación de un
mismo profesional; sin embargo, no está entre los habitus, reconocer el conflicto. En la
licenciatura en nutrición, docentes precisos y holísticos, convivimos en consenso simulado, se
ocultan las diferencias tras aparente tolerancia, esa que desde el sentido común apunta a
“dejar hacer y dejar pasar”, permisividad, indiferencia, en suma, imposibilidad de negociar y
acordar (Ibarra, 1998).

Comentarios finales

Hay conflicto y desproporción de fuerzas entre contrarios: holísticos y precisos. Lo curioso es
que niegue, oculte o evada, en cambio se habla de armonía, integración o equilibrio. Curioso,
porque los bienes simbólicos no están repartidos democráticamente o al azar, sino
diferenciados por grado y productividad académica; los valores valiosos para la institución;
que se objetivan en la distribución de espacios físicos (cubículos, laboratorios) o la asignación
de plazas de tiempo completo. La tendencia biologicista dominante de nuestro PE, no es,
como supusieron algunos docentes, ‘una contingencia’; el fortalecimiento de precisos, en su
mayoría PTC orienta la formación de nuestros estudiantes, en detrimento de otras perspectivas de abordaje de la nutriología.

No está entre los habitus de docentes, desvelar el conflicto para llegar a acuerdos, sí la  aparente calma. Para que los académicos de la licenciatura en nutrición, coordinemos acciones  y alcancemos metas comunes, en este caso la formación de nutriólogos; será necesario,  diálogo, negociación, comunicación (Ibarra, 2005). De otra forma, los anhelos de integración  de conocimientos, los deseos de mejorar el PE, será desafortunadamente, discursos huecos,  utopías inalcanzables.


Bibliografía

AMMFEN (2000) Los nutriólogos en México. Seguimiento de egresados. Trillas. México.

AMMFEN (2003a) Los nutriólogos en México. Calidad educativa y profesional; proceso de
acreditación. Trillas. México.

AMMFEN (2003b) Programas académicos de escuelas y facultades de nutrición de América
Latina y España. Documento AMMFEN.

Bourdieu, P. (1990) Sociología y cultura. Grijalbo. México.

Bourdieu, P. Passeron, J.C. (1998) La reproducción. Fontamara. México.

Coronel, S. Menchaca, L. (2003) La nutrición comunitaria, práctica profesional en extinción
para los nutriólogos en México. Ponencia XIII Congreso Latinoamericano de
Nutrición.

Crocker, R.(2005) Desarrollo curricular por competencias profesionales integradas.
Universidad de Guadalajara. México

Díaz Mejía MC. (2005) Identidad del licenciado en nutrición de la Universidad Autónoma de

Querétaro, Tesis para obtener el grado de Maestra en Ciencias de la Educación. Facultad de
Psicología, UAQ.

Durkheim E. (1998) Educación y sociología. Colofón. México.

Ibarra, L. (1998) La tolerancia y el buen maestro. Revista Mexicana de Investigación
educativa. Vol III, num.6, julio-diciembre.COMIE.México.

Ibarra, L . (2005) Cultura a discutir. Congreso de la Asociación Mexicana de Estudios del
Trabajo, AMET 2005. Memoria electrónica.

Marín, DE. Galán, MI. (1986) Evaluación curricular: una propuesta e trabajo para el estudio
del rendimiento escolar. Perfiles educativos. 32 CISE UNAM

Mockus, A. (1990) Lineamientos sobre programas curriculares. Revista de educación
superior. 74, ANUIES

UAQ. (1997) Facultad de Ciencias Naturales. Modificación Curricular de la Licenciatura en
Nutrición.

Weber M. (1983). Economía y sociedad. FCE. México. 

Unidad 3. Contexto ético-normtivo del ejercicio profesional del nutriólogo. Contexto normativo. Profesionalización y colegiación.

Lean también esta información que se encuentra en la liga: http://www.respyn.uanl.mx/ix/1/ensayos/nutricion_y_bioetica.htm


CÓDIGO DE ÉTICA


COLEGIO MEXICANO DE NUTRIÓLOGOS A.C.
CÓDIGO DE ÉTICA PROFESIONAL DEL NUTRIÓLOGO


INTRODUCCIÓN


El Código de Ética del Nutriólogo del Colegio Mexicano de Nutriólogos tiene como
sensibilizar a los agremiados para que su ejercicio profesional se desenvuelva en un
ámbito de honestidad, legitimidad y moralidad, en beneficio de la sociedad. Su
estructura está compuesta por los siguientes capítulos:


Disposiciones generales
De los deberes del profesionista
De los deberes para sus colegas
De los deberes para sus clientes
De los deberes para con su profesión
De los deberes para con su sociedad.


MARCO CONCEPTUAL

El Código de Ética Profesional tiene como función sensibilizar al profesionista para que el
ejercicio profesional se desenvuelva en un ámbito de honestidad, legitimidad y moralidad, en beneficio de la sociedad.

Sin perjuicio de las normas jurídicas plasmadas en las leyes que regulan el ejercicio de las
profesiones y el cumplimiento de las obligaciones surgidas de los contratos de prestación
de servicios profesionales, es deseable que un sentido ético prevalezca en el ánimo de
quienes tienen el privilegio de poseer los conocimientos y alcanzar este objetivo, se debe
contribuir solidariamente al reencuentro de nuestra vida digna, justa e igualitaria, pero
también se debe estar convencido del compromiso que se contrae al recibir la
investidura que acredita para el ejercicio profesional.

Puede y debe ser propósito esencial de los Colegios de Profesionistas tener una presencia
gremial en el ejercicio de las profesiones, capaz de contribuir a que se realicen como
una expresión fructífera de los más altos valores morales y sociales. Los profesionistas
agrupados en Colegios y desde el ascendiente social y moral que éstos tienen en los
ámbitos de cada una de las profesiones, deben propiciar que su ejercicio se desenvuelva
en planos morales elevados y con plena observancia de las normas legales aplicables.

En el hombre, la tendencia al gobierno de los instintos proviene del espíritu y de la razón,
que son las facultades del entorno natural en el que se habita y facilitan la vinculación
intelectual con él.

De esta manera, el don del raciocinio permite al hombre sujetar sus impulsos instintivos a
través de la observancia de ciertas normas de carácter social, cultural y legal. La
observancia de normas implica que el hombre regule su conducta mediante el respeto a
lo que considera deseable y conveniente que sea, al deber ser.

Este debe ser, que preside la vida de los hombres civilizados se ramifica en diversos
códigos de conductas pertenecientes a diferentes sistemas de normas legales o jurídicas
y normas éticas o morales, dependiendo del sistema normativo al que pertenezcan.

Las normas legales o jurídicas se caracterizan y se distinguen de las de otros sistemas,
principalmente porque el Estado puede imponer su cumplimiento y castigar su
inobservancia. La norma jurídica protege valores que responden a necesidades sociales
que importan a la colectividad. Por ello, la formación de la norma jurídica y la decisión
de acatarla no dependen ni pueden depender de la voluntad individual. La norma
jurídica es expresión de la voluntad colectiva a través del Estado, para definir las reglas
obligatorias de conducta que garanticen la protección de los valores sociales
considerados por la norma. De ese interés de la colectividad en atender a necesidades
del todo social deriva la potestad del Estado para imponer el cumplimiento de la norma
jurídica y las atribuciones para castigar su inobservancia.

No es este caso de las normas éticas que deben regir en otros ámbitos de la actividad
humana.

A diferencia de las normas legales, en el caso de las normas éticas no se da la facultad
punitiva del Estado para sancionar su incumplimiento. La observancia de la ética
depende exclusivamente de la voluntad de quien se ha impuesto por sí mismo, por auto
convencimiento, el deber de cumplirla. La voluntad es del todo autónoma y no hay
quien pueda imponer su cumplimiento.

La voluntad de adherirse a un código ético de conducta se determina por el valor que se
atribuye y se reconoce a la razón de ser de la norma, que no es otra que el bien cultural
y social que resguarda. Así, la opinión o valoración respecto de este bien es
indispensable para formar la voluntad de aceptar o rechazar la norma ética y
comprometerse a cumplirla.

La fuente de la norma ética es entonces, la propia conciencia del individuo o del grupo
que a ella se adhiere, formada por los valores heredados de la tradición y asimilados en
la vida, que inspiran actitudes de comportamiento congruentes con la dignidad, con lo
que es virtuoso, trascendente y honorable.

Además de hacer notar las características distintivas de los dos sistemas normativos, legal
y ético, conviene señalar que jurídicamente existen preceptos legales establecidos por la
Ley Reglamentaria del Artículo 5° Constitucional, relativo al ejercicio de las profesiones en
el Distrito Federal, que sancionan los actos u omisiones de profesionista que viole los
preceptos jurídicos en el ejercicio profesional.

Igualmente se debe señalar que como consecuencia de una mala práctica profesional
ética, el profesionista enfrenta el alejamiento de sus colegas, asesores y trabajadores, así
como aislamiento y desprestigio en la comunidad.

CAPÍTULO PRIMERO: DISPOSICIONES GENERALES

Artículo 1º.- El presente Código orientará la conducta del nutriólogo en sus relaciones con
la ciudadanía, las instituciones, sus socios, clientes, superiores, subordinados, sus colegas y
consigo mismo, el cual será aplicable en cualquier actividad profesional.

CAPÍTULO SEGUNDO: DE LOS DEBERES DEL NUTRIÓLOGO
Artículo 2º.- El nutriólogo debe poner todos sus conocimientos científicos y recursos
técnicos en el desempeño de su profesión.
Artículo 3º. – El nutriólogo debe conducirse con justicia, honradez, honestidad, diligencia,
lealtad, respeto, formalidad, discreción, honorabilidad, responsabilidad, sinceridad,
probidad, dignidad, buena fe y en estricta observancia a las normas legales y éticas de
su profesión .
Artículo 4º.- El nutriólogo solamente se responsabilizará de los asuntos cuando tenga
capacidad para atenderlos e indicará los alcances de su trabajo y limitaciones
inherentes. Aceptará únicamente los cargos para los cuales cuente con los
nombramientos necesarios y suficientes realizando en él todas sus actividades con
responsabilidad, efectividad y calidad.
Artículo 5º.- El nutriólogo debe mantener estrictamente la confidencialidad de la
información de uso restringido que le sea confiada en el ejercicio de su profesión, salvo
los informes que le sean requeridos conforme a la ley.
Artículo 6º.- El nutriólogo debe responder individualmente por sus actos, que con motivo
del ejercicio profesional dañen o perjudiquen a terceros o al patrimonio cultural .
Artículo 7º-El nutriólogo no debe asociarse profesionalmente con persona alguna que no
tenga cédula para el ejercicio profesional, ni dejar que éstas u otras utilicen su nombre o
cédula profesional para atender asuntos inherentes a la profesión.
Artículo 8º.-El nutriólogo debe respetar en todo momento los derechos humanos de su
cliente, colegas y sociedad en general.
Artículo 9º.-El nutriólogo debe prestar sus servicios al margen de cualquier tendencia
xenofóbica, racial, elitista, sexista, religiosa o política.
Artículo 10º.- El nutriólogo debe ofrecer sus servicios profesionales de acuerdo a su
capacidad científica y técnica .Esta circunstancia debe observarse en la publicidad que
haga el profesionista de sus servicios en cualquier medio informativo y promocional .
Artículo 11º.-El nutriólogo debe observar puntualidad y oportunidad en todos los asuntos
relativos al ejercicio profesional.
Artículo 12º.- El nutriólogo al emitir una opinión o juicio profesional en cualquier situación
y ante cualquier autoridad o persona, debe ser imparcial, ajustarse a la realidad y
comprobar los hechos con evidencias.
Artículo 13º.-El nutriólogo deberá evaluar todo trabajo profesional realizado desde una
perspectiva objetiva y crítica.

CAPÍTULO TERCERO: DE LOS DEBERES PARA CON LOS COLEGAS

Artículo 14º.- El nutriólogo debe dar crédito a sus colegas, asesores y subordinados por la
intervención de éstos en los asuntos, investigaciones y trabajos elaborados en conjunto.
Artículo 15º.- El nutriólogo debe repartir de manera justa y equitativa los frutos del trabajo
realizado en colaboración con sus colegas, asesores y subordinados, apoyando en la
medida de lo posible en su desarrollo profesional.
Artículo 16º.- El nutriólogo debe respetar la opinión de sus colegas y cuando haya
oposición de ideas deberán consultar fuentes de información fidedignas y actuales y
buscar asesoría con expertos reconocidos en la materia de que se trate.
Artículo 17º.- El nutriólogo debe mantener una relación de respeto y colaboración con
sus colegas, asesores, subordinados y otros profesionistas, consecuentemente evitará
lesionar el buen nombre y el prestigio de estos ante autoridades, clientes, profesionistas y
cualquier otra persona.
Articulo 18º.- El nutriólogo debe abstenerse de intervenir en los asuntos donde otro
profesionista este prestando sus servicios, salvo que el cliente y el otro profesionista le
autoricen para tal efecto, evitando con ello la competencia desleal .
Artículo 19º.- El nutriólogo debe intervenir a favor de sus colegas en el caso de injusticia.
Artículo 20º.- El nutriólogo debe apoyar a sus colegas en situaciones manifiestas cuando
su conocimiento profesional sea limitado.

CAPÍTULO CUARTO: DE LOS DEBERES PARA CON LOS CLIENTES

Artículo 21º.- El nutriólogo debe limitarse a mantener una relación profesional con sus
clientes.
Artículo 22º.-El nutriólogo debe ser honesto, leal y conducirse con verdad ante su cliente
en todo momento, salvaguardar los intereses del mismo, y deberá además comunicarle
los riesgos cuando existan, en atención a su servicio .
Artículo 23º.-Con respeto al principio de la voluntad de las partes, el nutriólogo debe
cobrar sus honorarios en razón de la proporcionalidad, importancia, tiempo y grado de
especialización requerido para los resultados que el caso particular requiera. De igual
manera, el nutriólogo deberá reconsiderar el monto de sus honorarios de acuerdo a la
limitación económica de su cliente.
Artículo 24º.- El nutriólogo debe renunciar al cobro de sus honorarios, y en su caso
devolverlos, si los trabajos que realizó no fueron elaborados en concordancia con lo
requerido en el caso particular de que se trate o el nutriólogo haya incurrido en
negligencia, incumplimiento o error profesional .
Artículo 25º.- El nutriólogo, al reconocer su mal servicio ante su cliente, deberá advertir las
consecuencias.
Artículo 26º.- El nutriólogo debe realizar los ajustes necesarios por un servicio ineficiente, sin
cobro adicional.
Artículo 27º.- El nutriólogo debe anteponer sus servicios profesionales sobre cualquier otra
actividad personal.

CAPÍTULO QUINTO: DE LOS DEBERES PARA CON LA PROFESIÓN

Artículo 28º.- El nutriólogo debe mantenerse actualizado de los avances científicos y
tecnológicos de su materia a lo largo de la vida para brindar un servicio de calidad total.
Artículo 29º.-El nutriólogo debe transmitir sus conocimientos y experiencias a estudiantes y
egresados de su profesión con objetividad y en el más alto apego a la verdad del
campo de conocimiento actualizado del que se trate.
Artículo 30°.- El nutriólogo debe dignificar su profesión mediante el buen desempeño del
ejercicio profesional y el reconocimiento que haga a los maestros que le transmitieron los
conocimientos y experiencia .
Artículo 31º.- El nutriólogo debe contribuir al desarrollo de su profesión mediante la
investigación profesional, realizada con apego a normas metodológicas científicas y la
docencia.
Artículo 32º.- En las investigaciones realizadas, debe expresar las conclusiones en su
exacta magnitud y en estricto apego a las normas metodológicas acorde con el tipo de
estudio.
Artículo 33°.- El nutriólogo debe interactuar con profesionistas de otras disciplinas, con
absoluto respeto de los campos profesionales ajenos y haciendo respetar los propios.
Artículo 34º.- El nutriólogo debe poner en alto el prestigio de su profesión en todo lugar y
momento.

CAPÍTULO SEXTO: DE LOS DEBERES PARA CON LA SOCIEDAD

Artículo 35º.- El nutriólogo debe prestar el servicio social profesional por convicción
solidaria y conciencia social .
Artículo 36º.- El nutriólogo debe dar servicio a los indigentes o a cualquier persona
económicamente desprotegida cuando así se lo soliciten .
Artículo 37º.-El nutriólogo debe ser respetuoso de las tradiciones, costumbres y cultura de
los diversos grupos que conforman a la nación mexicana.
Artículo 38º.-El nutriólogo debe de poner a disposición del gobierno sus servicios
profesionales cuando ocurran circunstancias de emergencia.
Artículo 39º.- El nutriólogo debe servir como auxiliar de las instituciones de investigación
científica, proporcionando a éstas los documentos o informes que se requieran.
Artículo 40º.-El nutriólogo debe participar activamente en su entorno social difundiendo la
cultura y valores nacionales.
Artículo 41º.- El nutriólogo debe buscar el equilibrio entre los distintos aspectos del
desarrollo humano y la conservación de los recursos naturales y el medio ambiente,
atendiendo a los derechos de las generaciones futuras.
Artículo 42º.- El nutriólogo debe procurar su desempeño y desarrollo profesional en las
localidades donde más pueda contribuir con sus conocimientos al desarrollo nacional.

TRANSITORIO

Único. Este Código de Ética profesional fue aprobado por la Asamblea General el día 26
de Abril de 1999.
En caso de duda o conflicto en la interpretación o cumplimiento del presente Código de
Etica, estas se resolverán de conformidad con lo que disponga la Junta de Honor y
Justicia del propio Colegio.

JURAMENTO

Protesto por mi honor, poner todos mis conocimientos y experiencia al servicio de quien
me lo solicite, en beneficio de la sociedad y la nación entera cuando las circunstancias
así me lo exijan.
Defenderé con la verdad y fortaleza los derechos de las personas e instituciones para
enaltecer con mis actos la profesión a la cual pertenezco.
De faltar a la conciencia ética y a un comportamiento coherente con ella como
nutriólogo, que se haga de mi conocimiento y que la comunidad científica y la sociedad
me lo reclamen.


ES IMPORTANTE CONOCER LAS NORMAS OFICIALES MEXICANAS QUE RIGEN EL ACTUAR DE LA PROFESIÓN DEL LICENCIADO EN NUTRICIÓN, ASÍ QUE ES UN PROBLEMA ABIERTO QUE DEBERÁN DE INVESTIGAR.